Una “manita de gato” a nuestro hogar nunca sobra, de hecho, es indispensable.
¿Cuántos de nosotros pensamos en “enchular” nuestra casa para recibir la época más bella del año? Las fiestas decembrinas son un buen pretexto para mejorar la apariencia de las viviendas (pintar, lavar vidrios, podar los árboles, etc.), buscando que nuestro hogar pueda verse y lucir acogedor. Sin embargo, nuestra casa requiere más que arreglos superficiales y esporádicos. Pintar es necesario pero no es lo único por hacer ni lo más importante, entonces ¿a qué nos referimos? Nos referimos a dar mantenimiento, esto es, acciones y cuidados necesarios para que las instalaciones, edificios, reciban cuidados y tratamientos a fin de que puedan seguir funcionando de manera correcta frente al paso del tiempo, el uso, etc. Hacerlo ayuda a mantener o elevar la plusvalía de nuestro inmueble pues alarga la vida de la construcción y sus acabados. Por ello, es frecuente que te digan que estas acciones más que gastos debemos verlas como una inversión, y es que es así. Siempre es deseable tener un “ahor